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La publicidad, que fuera la fuente principal de subvención para el periodismo estadounidense desde la década de 1830, está siendo minada por Internet. Los ingresos por esta vía convencional empezaron a caer en 2006 y fueron rematados en 2008 por la crisis económica, que aceleró aún más la desaparición de la publicidad de los periódicos. Todo esto favoreció a los nuevos medios, que surgían bajo modelos de negocio alternativos como la suscripción, la donación directa de los lectores, mecenazgo, cooperación internacional, financiamiento de las universidades, etc.

 

Los nuevos medios, cuyo rasgo común parece ser la defensa de los principios fundacionales del periodismo, se ven favorecidos por el fenómeno ya que, acorde a lo que profesa la mayoría, no buscan hacer negocio. De esta manera, la suscripción no es un modelo eficaz para el negocio de los medios masivos porque –como señalan los autores citados– el modelo de las suscripciones está diseñado para aumentar la circulación del diario impreso y no para para incrementar los ingresos.

 

Un segundo factor es la confianza. Los medios masivos y tradicionales han perdido de manera generalizada los principios fundacionales del periodismo. Apelando a este problema, los nuevos medios buscan ofrecer confianza a los ciudadanos a través la independencia editorial, la participación de los lectores en las redes sociales y el interés por los problemas que aquejan a los ciudadanos. Edwy Plenel, director de Mediapart, sostiene en su blog que el periodista y el ciudadano es indisolublemente uno a la hora de cumplir con “el derecho de saber”. Señala que la tarea de Mediapart es, antes de dar una opinión, asegurar el acceso a la verdad con información documentada y corroborada. A partir de esta es que recién se llega la interpretación y la comprensión del tema.

 

El modelo de negocio de los nuevos medios se basa en la participación de los ciudadanos. Propublica, Mediapart e ICIJ, exigen a los lectores donar una cantidad mínima de dinero para investigar los temas duros que más aquejan a los ciudadanos de sus países. El Faro de El Salvador, Silla Vacía de Colombia, CIPER de Chile, Plaza Pública de Guatemala, etc. apelan a la donación filantrópica o a la cooperación con la promesa de abordar historias que no publican los medios masivos.

 

Por el momento, la mayoría recibe donaciones y su dilema es encontrar la rentabilidad. Según un estudio de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (elaborado por Ángel Alayón), el 57% de estos nuevos medios genera pérdidas y solo el 18,5% recibe más dinero que el que gasta. Es decir, la mayoría tiene problemas financieros.

 

 

Propublica de los Estado Unidos: Sólo con donaciones, nada de publicidad

 

Propublica se puso en marcha en 2008 por iniciativa de una pareja de millonarios filántropos, Herbert y Marion Sandler, quienes llamaron al veterano periodista de The Wall Street JournalPaul Steiger, para pedir consejo sobre la posibilidad de gastar 10 millones de dólares anuales por tres años en periodismo. Steiger decidió crear una plataforma digital dedicada al periodismo de investigación de largo aliento y de calidad.

 

A pocos años de su creación, llegaron otros donantes, como Atlantic Philanthropies y la Fundación MacArthur. Su trabajo, afirman, se realiza con total independencia. Los donantes no influyen en la elección de los temas, no se les informa previamente sobre ellos y tampoco tienen conocen a los reporteros.

 

Entre 2009 y 2011, recaudaron nueve millones de dólares gracias a la Fundación Sandler, organización fundada por los esposos Herb y Marion Sandler.

 

Propublica ofrece sus contenidos a los medios tradicionales de manera gratuita para conseguir mayor impacto con las denuncias. Han ganado más de 28 premios, entre ellos dos Pulitzer, el máximo galardón para el periodismo de investigación. También han recibido varios reconocimientos por las innovaciones en el uso de herramientas digitales para explicar a los lectores temas tan complejos.

 

Tiene más de 30 reporteros y ninguno trabaja gratis.

 

 

Plaza Pública de Guatemala: Con financiamiento de una universidad y algo de donaciones

 

Periódico digital independiente y sin fines de lucro. Nació en Guatemala en 2011 por iniciativa de la Universidad jesuita Rafael Landívar. No depende de anunciantes y tampoco se limita con los políticos a la hora de investigar la corrupción pública, el crimen organizado y el problema del agro, temas censurados por los medios tradicionales.

 

Son financiados con 200 mil dólares anuales por la Universidad Rafael Landívar. Reciben otros 100 mil dólares al año de Programa de Medios de la Fundación Open Society. En 2012, en busca de más donantes, encontraron a la organización holandesa Hivos y a la alemana Friedrich Ebert Stiftung.

 

Empezó con cuatro periodistas cansados de la falta de independencia de los medios tradicionales y que estaban decididos a hacer periodismo de profundidad e interactivo. Ahora cuenta con 22 personas, dos editores, cuatro reporteros profesionales, dos artistas, una fotógrafa, un gráfico, dos programadores, dos administrativos y siete estudiantes que hacen práctica preprofesional. Tienen unos 30 colaboradores ad honorem para la sección de blogs, a quienes han reclutado por la calidad de su opinión, género y por equilibrio étnico-cultural.

 

Plaza Pública tiene 90 mil visitas al mes, cantidad muy apreciable en un país donde solo hay tres millones de personas con acceso a Internet.

 

Rodríguez Pellecer indica que la mayoría de sus seguidores son urbanos, de clase media y alta, mestizos y blancos. Según el registro de su página de Facebook, el 25% de los lectores tiene menos de 24 años y el 43% tienen entre 25 y 35 años. Frente a este público, el 48% de los periodistas es menor de 24 años y el 44% tiene entre 25 y 35 años.

 

En adelante han decidido seguir el modelo de ProPublica para permitir a los lectores usar los contenidos de manera gratuita. También intentan buscar alianzas con medios tradicionales para estos reproduzcan sus investigaciones y difundan a mayor cantidad posible de ciudadanos.

 

 

Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ): Con mecenazgo y cero anunciantes

 

ICIJ (por sus siglas en inglés), fundado en 1997, realiza investigaciones transfronterizas más caras y peligrosas, en colaboración con más de 160 periodistas. Su fundamento está en la era virtual y la globalización, fenómeno que implica grandes amenazas contra el medio ambiente, la democracia, los derechos humanos, etc.

 

A principios del 2013, por ejemplo, 86 periodistas en 46 países han procesado 2,5 millones de archivos digitales sobre la evasión fiscal y los paraísos fiscales durante 15 meses.

 

Sus fondos provienen de patrocinadores filantrópicas como Fundación Adessium, Open Society Foundations, la Fundación David y Lucile Packard, la Fundación Oak, Pew Charitable Trusts y la Fundación Waterloo. Los lectores también pueden realizar donaciones en línea sin condicionamiento alguno.

 

La ley de mecenazgo que existe en Estados Unidos les permite que el dinero que reciben esté libre al 100% de impuestos. Este modelo no se adapta a Europa dado que las fundaciones u organizaciones sociales no están exoneradas de los impuestos.

 

ICIJ es un nuevo medio que recibe asistencia de especialistas en registros públicos, revisores de datos, abogados, reporteros de primer nivel y software para el tratamiento de los datos.  Los editores comportan las herramientas digitales en tiempo real.

 

El consorcio también se destaca por haber reunido a periodistas de investigación de todo el mundo para unir esfuerzos y realizar investigaciones de alcance global, con las que llega a miles de seguidores en más de 60 países. 

 

ICIJ tiene convenios con las principales empresas de noticias del mundo como el Servicio Mundial de la BBC, la BBC World TV, The Guardian y The Sunday Times  en Reino Unido; el International Herald Tribune y el Huffington Post de Estados Unidos; Le Monde en Francia;  El Mundo y El Pais en España; Trouw  en Países Bajos;  Folha de Sao Paulo en Brasil;  Le Soir en Bélgica; Novaya Gazeta en Rusia;  el South China Morning Post en Hong Kong; Stern en Alemania; etc.

Nuevos medios en el mundo, modelos de negocios a seguir

CUANDO LA CALIDAD ES RENTABLE

Una decena de portales web repartidos por toda América y el continente europeo están haciendo periodismo de calidad y de profundidad. Sus promotores son nativos digitales y periodistas veteranos que han salido del océano mediático tradicional. En este escenario, se está viviendo una migración de audiencias sin precedentes. ¿Cómo se puede explicar este fenómeno?

 

Un primer factor es el fenómeno propio de la era virtual que podría resumirse en la siguiente frase: “De repente todo el mundo tiene mucha más libertad”. Esta frase ha sido acuñada por C.W. Anderson, Emily Bell y Clay Shirky en Periodismo postindustrial: adaptación al presente (2013). Ellos sostienen que “los creadores de noticias, los anunciantes, los nuevos medios y, sobre todo, la gente que antes conocíamos como ‘audiencia’ han recibido una nueva libertad para comunicarse, a pequeña y a gran escala, sin las viejas restricciones de los modelos de emisión y edición”. 

 

Este fenómeno es reciente: en 15 años se ha producido una explosión de nuevas herramientas y técnicas y, por lo tanto, de nuevas creencias y expectativas. El periodismo tradicional del occidente está mirando con temor ante la crisis económica porque las certezas del siglo pasado (métodos rígidos, empresa coherente y jerárquica en su relación con la audiencia) ya no son válidas. Junto a estas, la publicidad ha sido otra de las grandes afectadas.

MEDIAPART de Francia: purista, sin publicidad ni donaciones filantrópicas

 

Mediapart es un periódico digital francés de pago fundado en marzo 2008 que ha demostrado ser rentable sin publicidad, sin mecenas y con cero subvenciones estatales. Trabajan con más de 30 periodistas y acogen alrededor de 75 mil suscriptores, que abonan nueve euros mensuales. Los reportajes sólo están disponibles para los suscriptores, y ellos y los periodistas de redacción mantienen sus blogs en un círculo privado.

 

Salió a circular con una inversión inicial de 5,7 millones de euros y en dos años alcanzó el punto de equilibrio con 40 mil suscriptores. Según manifestó Edwy Plenel, uno de los fundadores de Mediapart, al diario El Mundo de España, en 2011 obtuvieron 5 millones de euros, de los cuales 570 mil fueron ganancias netas. En 2012, consiguieron 6 millones con 700 mil en ganancias.

 

Desde su creación, el medio ha destapado grandes casos de corrupción política, como la financiación ilegal de la campaña de Sarkozy a manos de Gadafi, el espinoso caso Betancourt y el descubrimiento de las cuentas en Suiza del ministro de Haciendia galo, Jérôme Cahuzac.

 

CIPER Chile: organizaciones internacionales y un grupo mediático

 

El Centro de Investigación Periodística, o simplemente CIPER, fue creado en noviembre de 2007, pero no fue hasta 2011 que se constituyó como una fundación. A lo largo de su existencia, y en su condición de organización sin ánimo de lucro, su financiación ha dependido de diferentes organizaciones chilenas e internacionales, como el Grupo Copesa (importante grupo mediático chileno, poseedor de diarios como La Tercera o el canal de televisión 3TV), la Open Society Foundation de Londres (fundada por el multimillonario húngaro y filántropo George Soros), de la Fundación Ford y de otras entidades.

 

Los siete periodistas que conforman este centro, en los que se incluye a la directora Mónica González, remarcan que los compromisos con estas instituciones no influyen en el manejo de su línea editorial ni en su trabajo investigativo.

 

 

La Silla Vacía de Colombia: mecenazgo familiar y cooperación internacional

 

La Silla Vacía, medio fundado en Colombia en 2009, inició sus actividades con el financiamiento del Open Society Institute y la familia de Juanita León. Tras depender de ambos ingresos por un año, innovaron con otras formas de sostenibilidad, como la venta de pauta publicitaria, la obtención de abonos de organizaciones internacionales (ONGs) para proyectos específicos y ofreciendo talleres de alfabetización digital para empresas y universidades, charlas y seminarios sobre periodismo, consultorías sobre temas tecnológicos.

 

Actualmente, la pauta publicitaria representa menos del 15%de los ingresos de La Silla Vacía. Por otro lado, el ingreso por medio de organizaciones internacionales como el Open Society Institute, la Fundación Ford y la National Endowment of Democracy (NED), alcanzan el 50%, convirtiéndose así en uno de los montos básicos. El 35% restante, finalmente, viene de los talleres, seminarios, consultorías y capacitaciones que brindan.

 

A mediano plazo, La Silla Vacía pretende sostenerse principalmente con aportes de los mismos usuarios, como es el caso de Mediapart.

 

En total, este medio está constituido por ocho personas: cuatro periodistas, una editora creativa, una gerente comercial, una asistente administrativa, un web master y su directora, Juanita León, que también es poseedora del 53% de las acciones de La Silla Vacía.

 

 

El Faro de El Salvador: cooperación internacional y publicidad

 

Fundado en 1998 por Carlos Dada y Jorge Simán, El Faro es considerado el primer portal de noticias en español. Actualmente, posee dos vías de financiación: la cooperación internacional a partir de ONGs y la publicidad. Este último método, sin embargo, era impensado cuando iniciaron labores, pues Internet no tenía las cualidades de hoy y, por lo tanto, no atraía todavía la atención de las grandes empresas.

 

Así es que, desde 1998, se puede hablar de una primera época de El Faro en la que, según Elmer Menjívar, periodista de este medio, la financiación corría por cuenta de los fundadores. No sería hasta 2005 que, tras ganar popularidad por una entrevista realizada a Mauricio Funes–actual presidente de El Salvador y quien en ese momento era solamente un periodista del medio–, llegaría otro método de sostenibilidad económica: la cooperación internacional.

 

Una ONG holandesa fue la primera que, con motivos de una campaña electoral, se alió con el equipo de El Faro para la realización de esa cobertura específica. Es a partir de ahí que El Faro opta por la financiación de diferentes coberturas específicas a través de diferentes organizaciones internacionales, como The Open Society Foundation, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre otras.

 

Con el cambio que ha sufrido Internet en los últimos años, la publicidad también ha tomado un rol importante en este medio. Según Menjívar, “en un buen mes, se cubre un 25% por pauta publicitaria”. Para él, El Faro ha logrado consolidar una cartera de lectores y un público definido para algunas marcas. “Hemos cultivado muy bien la fidelidad de nuestros lectores”, sostiene.

 

 

periodismohumano de España: donaciones

 

Fundado por el fotoperiodista español ganador del Pulitzer Javier Bauluz en abril de 2010, periodismohumano es un medio digital cuyo objetivo es replantear el enfoque de las noticias que actualmente tienen los medios tradicionales. Este enfoque, según Bauluz, deja de lado la condición humana de las personas al momento de tratar la noticia: prefiere cuantificar multitudes antes que identificar seres humanos en escenarios desfavorables.

 

A periodismohumano los apoyan nueve organizaciones, entre las que están la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de Sevilla, la Universidad de Málaga, la Universidad de Cádiz, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, entre otras.

Pero ellos, a su vez, llevan una campaña que invita al público a donar pequeñas sumas de dinero. “Pueden apoyarnos a periodismohumano invitándonos un café a la semana. Es decir, un euro”, dice Bauluz.

 

“Sabemos que el periodismo cuesta dinero y que los periodistas también comen, así que esperamos que los ciudadanos, organizaciones e instituciones públicas y privadas asuman la necesidad y utilidad pública del periodismo humano que proponemos y que contribuyan, en la medida de sus posibilidades, a financiarlo”.

 

 

IDL-Reporteros de Perú: cooperación internacional

 

Aunque la sala de redacción de IDL-Reporteros pertenece al Instituto de Defensa Legal (IDL) —organización no gubernamental que se dedica a la defensa de los derechos humanos—, editorialmente no depende de esa organización.

 

Nació en Perú en febrero del 2010 después que su director, Gustavo Gorriti, tocara varias veces la puerta de Open Society Institute (OSI), una organización filantrópica que apoya instituciones de derechos humanos en más de 70 países.  Para empezar pidió un millón cien mil por año, pero solamente le dieron 160 mil dólares.

 

IDL-Reporteros inició su proyecto solamente con tres periodistas. Gorriti a la cabeza. Jacqueline Fowks, actual corresponsal del diario El País en Perú, y Romina Mella como reporteras. Un ingeniero se hizo cargo de la página web y del manejo de las herramientas digitales.

 

Tres años después la cantidad de reporteros no ha aumentado. Más bien salió Fowks y entró la periodista Milagros Salazar como freelance. En su página web no aparece la pestaña ‘nosotros’ y en ella los nombres de los reporteros.

 

En América Lantina ninguno de los nuevos medios tiene menos de cinco reporteros. El gigante Propública de Estados Unidos tiene 33. La Fundación Centro de Investigación Periodística (CIPER) de Chile y La Silla Vacía de Colombia trabajan con cerca de diez periodistas.

 

Su mayor dilema por el momento es lograr o morir en la forma en que hasta ahora está planteado su modelo de financiamiento.  Les preocupa que un día se corte el apoyo que reciben de la ONG.

 

Cada año Gustavo Gorriti se encarga de seleccionar los mejores informes para convencer a la fundación de Soros que vale la pena seguir con el proyecto. Por eso, vale oro bajarse a un ministro corrupto o detener la compra de armamentos malogrados, temas frecuentes en su publicación.

 

 

Agencia Pinocho de Colombia: patrocinios y alianzas

 

Formada en 2005 a partir de una página de Facebook, Agencia Pinocho es hoy un medio que tiene por eslogan: “el diario de lo que no es noticia”. Es decir, un medio en el que lo cotidiano y anecdótico marcan la pauta. Creado por Juan Manuel Villegas, David E. Guzmán y Gloria Estrada, este medio se ha caracterizado por no buscar pauta publicitaria para financiarse.

“Nosotros buscamos alianzas o patrocinios (con marcas), que es una figura distinta que genera una relación que no es necesariamente mediada por el dinero”, revela Juan Manuel Villegas.

 

A través de los patrocinios, explica, no es que la marca que se une a Agencia Pinocho sea promocionada frente a una extensa cantidad de lectores sino que queda relacionada al medio y, por tanto, muestra interés por proyectos culturales, aspecto que puede ser beneficioso. Además, dentro de esta lógica de patrocinio, está incluido también el ofrecimiento de servicios más allá de las divisas. “Aparte de poner su logo o dar el crédito, nosotros podemos, a sus empleados o grupos de jóvenes o algún proyecto social, dictarles talleres de uso de las redes sociales, escritura creativa o de herramientas básicas de periodismo”, cuenta Villegas.

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